¿CUÁLES SON LAS DIFICULTADES EN EL MOMENTO DE EXPORTAR?


Una de las características predominantes del comercio internacional es que muy pocas empresas exportan, que solo una minoría lo hace de manera regular y que un grupo de empresas, aún más reducido, tienden a concentrar las exportaciones. Hay que tener en cuenta que surgen dificultades cuando la empresa comienza su exportación.

Por ejemplo, en España el 1% de las empresas que más exportan, concentran el 70% de las exportaciones nacionales. Además, los 5 mayores exportadores españoles representan el 10% de las exportaciones del país. Y sólo un 5% de las empresas manufactureras españolas exportan anualmente, siendo menos del 2% las que lo hacen de manera regular cada 4 años, denominadas éstas como exportadoras Regulares (Lucio et al., 2017). Igualmente las empresas exportadoras de servicios siguen un patrón similar.

Pero si la exportación presenta ventajas a nivel empresarial, ¿por qué algunas empresas exportan y otras no?

Se debe a la existencia de barreras de entrada para la pyme en el proceso de exportación, que constituyen una gran dificultad para las empresas más pequeñas, por su menor productividad y recursos, a la hora de acceder al mercado internacional. La pequeña empresa no es como la gran empresa, pero a menor escala, porque el tamaño intrínseco de la pequeña empresa crea condiciones especiales que requieren estrategias y enfoques de gestión diferentes a la gran empresa, condicionadas por su pobreza de recursos (Welsh y White, 1981).

BARRERAS DE ENTRADA A LA EXPORTACIÓN

Conceptualmente, las dificultades que encuentra la pyme en el momento de comenzar con la exportación, se clasifican en cuatro categorías (Suárez, 2003):

  • El conocimiento sobre los procesos de exportación. Abarca la información necesaria para competir con éxito en el mercado extranjero, como conocer los gustos del consumidor, el sistema de distribución o los requisitos legales e impositivos del país de destino. Así como el conocimiento de los procesos de exportación, desde la búsqueda de clientes, la negociación y el cierre de contratos; a la gestión logística y los trámites administrativos y documentales.
  • La disponibilidad de recursos. Hace referencia a la capacidad de la empresa para disponer de recursos internos y externos a disposición de la exportación, dado que la falta de recursos es considerada por la literatura académica como la principal limitación a la exportación de las pymes (Bilkey, 1978). Entre las principales limitaciones está la falta de recursos financieros internos, la carencia de personal dedicado a la exportación, la falta de capacidad productiva, la reticencia de las entidades financieras locales para apoyar la exportación y la baja calidad de los agentes exportadores.
  • Las barreras arancelarias y no arancelarias. Las barreras arancelarias son un impuesto a la exportación en el país de origen (cuotas de exportación) y en el país de destino (aranceles de importación), si bien en las últimas décadas las barreras arancelarias se han reducido drásticamente. En compensación, los países han tendido a endurecer las barreras no arancelarias, creando así barreras de entrada, en forma de procesos burocráticos adicionales, nuevos requisitos de etiquetado, mayores controles de calidad y estándares de seguridad más estrictos que puedan suponer la necesidad de adaptar el producto de la empresa a los requerimientos del mercado de exportación.
  • Incertidumbre propia del mercado internacional. Estos factores se denominan externos porque trascienden al control directo de la empresa, como son los riesgos político, cambiario o de impago; si bien son riegos mitigables a través de mecanismos de cobertura que suponen un coste adicional para la empresa exportadora.

Consecuencias de las barreras a la exportación

La existencia de barreras de entrada a la exportación son la base argumental de la Nueva Nueva Teoría de Comercio, que parte de la premisa de que una empresa sólo inicia su internacionalización si la expectativa de ingresos futuros cubre el coste de operar en el mercado exterior.

  • Autoselección a la exportación. La existencia de barreras a la exportación hace que sólo las empresas más productivas, es decir, aquellas con mayores márgenes operativos, bien porque pueden producir a coste más bajo o vender a precio más alto que sus rivales, que encuentran rentable cubrir los costes adicionales de la exportación, gracias a su mayor margen comercial y, de esta manera, comienzan la internacionalización de sus empresas. Así, las barreras de entrada generan un efecto de autoselección por el que sólo las pymes con suficiente nivel de productividad mantienen e inician la exportación (Melitz, 2003).
  • Prima del exportador. Si las empresas más productivas se autoseleccionan para iniciarse en la exportación y si exportar promueve aumentos de productividad derivados del efecto del aprendizaje por la exportación, entonces las empresas exportadoras acaban siendo mejores que las no exportadoras o, al menos, más productivas. Esta diferencia entre las empresas exportadoras y no exportadoras es conocida como prima del exportador y la evidencia empírica es sólida al respecto. Por ejemplo, en España, de media, las empresas exportadoras son tres veces más grandes que las no exportadoras en volumen de producción y capital, el doble en términos de empleo y un 10/30% más productivas (Fariñas y Martín, 2007).
  • Expulsión de empresas no exportadoras. La entrada de competidores internacionales, a través de la exportación de bienes y servicios, genera un mercado local más competitivo. A largo plazo, las empresas locales pierden cuota de mercado frente a las empresas importadoras y a las más productivas, que no pueden compensar su caída de ventas por la falta de actividad exportadora, reduciendo sus ingresos, entrando en pérdidas y, en alguna ocasión, provocando el cierre de sus negocios. El resultado final de la globalización, vista como un proceso de reducción de barreras a la exportación, es un mercado local más competitivo, que expulsa a las empresas locales menos productivas, a través de un proceso Darwiniano de selección impulsado por la mayor competencia extranjera (Melitz, 2003).

AUTODIAGNÓSTICO EXPORTADOR

Si quiere saber si la exportación es una estrategia viable para su empresa, la literatura académica propone algunos indicadores característicos que cumplen los nuevos exportadores, con mayor probabilidad de éxito en el mercado internacional (Pickernell et al., 2016):

  • Tamaño de la empresa. Según el volumen de empleados.
  • Capacidad financiera. Con una generación de flujo de caja positivo y capacidad de endeudamiento.
  • Calidad de los recursos humanos. Medido por el nivel educativo de los empleados y, principalmente, de los gerentes.
  • Experiencia internacional. Años de internacionalización de la empresa de forma directa o indirecta, a través de la experiencia de sus empleados en otras compañías.
  • Uso de redes externas.  Tales como las agencias de promoción de las exportaciones o los clústeres sectoriales.
  • Nivel de innovación. Como el registro de patentes, desarrollo de nuevos productos, porcentaje sobre ventas de inversión en innovación y desarrollo o el uso de tecnologías para la venta (Ej. internet).

En resumen, la diferencia de recursos internos y de productividad entre empresas, permite crear barreras de entrada y explicar por qué tantas compañías sólo producen para el mercado interno (no exportadores), mientras que las más productivas, una minoría, son exportadoras.

Por tanto, si una empresa desea capitalizar los beneficios que ofrece la internacionalización y no verse relegada por la globalización, ¿cuál es la mejor estrategia para exportar?

Artículo creado por el Doctor en Economía, Guido Guerra. Autor de la Tesis Doctoral: Micro-exporters and productivity: revisiting the self-selection effect, the learning by exporting effect and the exporter premium. Pincha aquí para saber más.

 

Dificultades a la exportación

 

 

Bibliografía

Bilkey, Warren (1978), “An attempted integration of the literature on the export behavior of firms”, Journal of International Business Studies, Vol. 9, No. 1, pág. 33-46

Fariñas, José y Ana Martín (2007), “Exporting and economic performance: firm-level evidence of Spanish manufacturing“, The World Economy, Vol. 30, No. 4, pág. 618-646

Lucio, Juan, Raúl Mínguez, Asier Minondo y Francisco Requena (2017), “The granularity of Spanish exports”, SERIEs, Vol. 8, No. 3, pág. 225-259

Melitz, Marc (2003), “The impact of trade on intra-industry reallocations and aggregate industry productivity”, Econometrica, Vol. 71, No. 6, pág. 1695-1725

Pickernell, David, Paul Jones, Piers Thompson y Gary Packham (2016), “Determinants of SME exporting. Insights and implications”, Entrepreneurship and Innovation, Vol. 17, No. 1, pág. 31-42

Suárez, Sonia (2003), “Export barriers: insights from small and medium-sized firms”, International Small Business Journal, Vol. 21, No. 4, pág. 403-419

Welsh, John y Jerry White (1981), “A small business is not a little big business”, Harvard Business Review, Vol. 59, No. 4, pág. 18-32

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