Desde el equipo gestor del Programa ICEX Next, vemos con frecuencia cómo pequeñas empresas que quieren comenzar a exportar a un país, descartan mercados en los que pueden tener posibilidades con el argumento universal de que “es que es muy pequeño”. En esta ocasión queremos compartir con vosotros esta reflexión: ¿Cómo de grande tiene que ser el mercado ideal en el que una pyme dé sus primeros pasos?
Hay que tener en cuenta que estamos aprendiendo a andar, ¿cuánto espacio necesitamos para ello?
Ventajas de comenzar a exportar a un país pequeño
Como primera experiencia, los mercados pequeños tienen algunas ventajas indiscutibles que no siempre tenemos en cuenta:
- Aunque esto no se cumple en todos los casos, con frecuencia nos encontramos con menos competencia que en los más grandes. El mercado está menos saturado, entre otras cosas, porque nosotros no somos los únicos que caemos en la tentación de descartarlo
- Un país pequeño te permite probarte a ti mismo: tu capacidad de atender un mercado lejano, y ver cómo se comporta tu producto en el exterior.
- Te da la oportunidad de ir corrigiendo errores que se van a presentar en una escala más abarcable que si estas acometiendo un mercado grande.
- Estás testando en pequeño lo que vas a hacer en grande. Te prepara para acometer mercados más grandes en los que no te puedes permitir el lujo de equivocarte;
- Si fallas, no has echado a perder un gran mercado. Es por lo anterior que el Programa de Asesores en Destino está disponible no sólo en grandes mercados, sino también en mercados más pequeños como Panamá o Ecuador.
Evidentemente, el que un país sea pequeño, no lo hace per se interesante. El mercado que elijamos debe haber pasado todos los filtros previos para verificar su interés para nuestra empresa. Pero sí que debemos considerar que aunque las cifras nos llamen como el “canto de las sirenas”, tenemos que ser prudentes. Somos novatos en esto de la internacionalización, y sin duda cometeremos muchos errores antes de ser expertos y saber lo que podemos hacer ahí fuera.
Los errores son necesarios: de ellos aprenderemos mucho. Sin embargo, también nos cerrarán puertas. No importa, el mundo es grande. Aunque cerremos algunas puertas, estaremos más preparados para tocar a las siguientes, y tendremos más probabilidades de que se nos abran algunas. Pero puestos a que al equivocarnos se nos cierre alguna puerta, ¿con cuál queremos correr ese riesgo?
No cabe duda de que cada empresa es un mundo, y cada uno debe hacer su propia reflexión y tomar sus decisiones. No pretendemos decir que todas las pymes tengan que dirigirse siempre en primer lugar a un mercado pequeño. Nuestro único objetivo en este post es que no se descarte esa posibilidad sin un análisis que tenga en cuenta los factores señalados a la par que valora las características y circunstancias propias de la empresa.